¿POR QUÉ ES IMPORTANTE APUNTARSE A CATEQUESIS?
Esta pequeña historia doméstica nos muestra la importancia de la catequesis para el desarrollo y crecimiento se nuestros niños y jóvenes.
Hace unos días una señora le preguntó a mi hijo mediano:
-¿Qué haces después del cole?
– Tarea y deportes.
– ¿Y qué deportes haces?
– Fútbol, natación y catequesis.
– ¡Pero si catequesis no es un deporte!
Mi hijo me miró y se sonrió. Yo lo encontré con la mirada y le devolví la sonrisa. Dudo que la señora haya entendido que nuestro silencio tenía detrás muchas conversaciones sobre el tema…
¿Este hijo del que les hablo, como todos sus hermanos (y seguramente como cualquier otro niño de su edad), nos ha pedido explicaciones muchas veces de por qué le apuntamos a catequesis.Un día con tono de queja y sin ánimo de subirse al coche me lo volvió a preguntar. Y ya un tanto cansado de la misma pregunta, decidí ser práctica y lo más clara posible. Resultó que, sin querer y para mi gran sorpresa, logré ser profunda y convincente. Al menos nunca más me lo volvió a preguntar.
– Pero, mamá, ¿por qué tengo que ir a catequesis?
– Por la misma razón que vas a natación. ¿Te acuerdas de que tampoco querías ir y te quejabas? ¿Por qué crees entonces que desde pequeño vas a natación?
– Para saber nadar, y así no me ahogo.
– Bueno, lo mismo pasa con la catequesis. Vas para que no se ahogue tu alma.
– Ah, ok.
Con esa naturalidad y frescura entendió. No necesité decir nada más. Pude haberle dado mejores explicaciones, más teológicas y elaboradas, sin duda. Pero esa vez me limité a que entendiera que, al igual que Jesús con sus discípulos, a mí me importa mucho que mis hijos puedan hundirse. Es ésta una de las razones por las cuales les mando a catequesis, porque el alma también se ejercita. Y aunque nunca es tarde para empezar, al igual que con los deportes, si van a catequesis desde pequeños les será más fácil salir a flote cuando tengan la corriente en contra, sientan que se hunden o toquen fondo, porque habrán conocido de cerca a Jesús y caminarán de su mano.
Esta pequeña historia doméstica nos muestra la importancia de la catequesis para el desarrollo y crecimiento se nuestros niños y jóvenes.
Hace unos días una señora le preguntó a mi hijo mediano:
-¿Qué haces después del cole?
– Tarea y deportes.
– ¿Y qué deportes haces?
– Fútbol, natación y catequesis.
– ¡Pero si catequesis no es un deporte!
Mi hijo me miró y se sonrió. Yo lo encontré con la mirada y le devolví la sonrisa. Dudo que la señora haya entendido que nuestro silencio tenía detrás muchas conversaciones sobre el tema…
¿Este hijo del que les hablo, como todos sus hermanos (y seguramente como cualquier otro niño de su edad), nos ha pedido explicaciones muchas veces de por qué le apuntamos a catequesis.Un día con tono de queja y sin ánimo de subirse al coche me lo volvió a preguntar. Y ya un tanto cansado de la misma pregunta, decidí ser práctica y lo más clara posible. Resultó que, sin querer y para mi gran sorpresa, logré ser profunda y convincente. Al menos nunca más me lo volvió a preguntar.
– Pero, mamá, ¿por qué tengo que ir a catequesis?
– Por la misma razón que vas a natación. ¿Te acuerdas de que tampoco querías ir y te quejabas? ¿Por qué crees entonces que desde pequeño vas a natación?
– Para saber nadar, y así no me ahogo.
– Bueno, lo mismo pasa con la catequesis. Vas para que no se ahogue tu alma.
– Ah, ok.
Con esa naturalidad y frescura entendió. No necesité decir nada más. Pude haberle dado mejores explicaciones, más teológicas y elaboradas, sin duda. Pero esa vez me limité a que entendiera que, al igual que Jesús con sus discípulos, a mí me importa mucho que mis hijos puedan hundirse. Es ésta una de las razones por las cuales les mando a catequesis, porque el alma también se ejercita. Y aunque nunca es tarde para empezar, al igual que con los deportes, si van a catequesis desde pequeños les será más fácil salir a flote cuando tengan la corriente en contra, sientan que se hunden o toquen fondo, porque habrán conocido de cerca a Jesús y caminarán de su mano.
pastoral juvenil
A nuestra Parroquia le faltaba algo... un algo que hiciera que los niños, tras recibir la Primera Comunión, no "desaparecieran", no dejaran de venir y participar en la Parroquia, en SU Parroquia.
En septiembre de 2014 decidimos crear un espacio de reunión y crecimiento para todos los jóvenes que quisieran continuar conociendo a Jesús y conociendo a otros jóvenes con sus mismas necesidades, sus mismas inquietudes y sus mismos anhelos ¿Cómo? Con un PROYECTO DE PASTORAL JUVENIL.
Se trabajó para buscar objetivos concretos que animaran a estos jóvenes a continuar participando en la Parroquia, que les ayudara a crecer y a compartir los valores que Jesús nos enseñó, y que les permitiera encontrar un entorno donde poder aprender a encontrarse a sí mismos desde su fe. Y así nació el PROYECTO DE PASTORAL JUVENIL DE LA SAGRADA FAMILIA DE TORREJÓN DE ARDOZ.
Ese mismo año, comenzamos con ilusión con un pequeño grupo de jóvenes. Hoy, dos años después, podemos afirmar orgullosos, que nuestra Parroquia cuenta con cuatro grupos de Pastoral (divididos en dos niveles) y esperamos seguir creciendo y ayudando a crecer a los jóvenes de nuestra Parroquia.
En septiembre de 2014 decidimos crear un espacio de reunión y crecimiento para todos los jóvenes que quisieran continuar conociendo a Jesús y conociendo a otros jóvenes con sus mismas necesidades, sus mismas inquietudes y sus mismos anhelos ¿Cómo? Con un PROYECTO DE PASTORAL JUVENIL.
Se trabajó para buscar objetivos concretos que animaran a estos jóvenes a continuar participando en la Parroquia, que les ayudara a crecer y a compartir los valores que Jesús nos enseñó, y que les permitiera encontrar un entorno donde poder aprender a encontrarse a sí mismos desde su fe. Y así nació el PROYECTO DE PASTORAL JUVENIL DE LA SAGRADA FAMILIA DE TORREJÓN DE ARDOZ.
Ese mismo año, comenzamos con ilusión con un pequeño grupo de jóvenes. Hoy, dos años después, podemos afirmar orgullosos, que nuestra Parroquia cuenta con cuatro grupos de Pastoral (divididos en dos niveles) y esperamos seguir creciendo y ayudando a crecer a los jóvenes de nuestra Parroquia.
Dentro de la Pastoral Juvenil, se contemplan cuatro etapas:
- POSTCOMUNIÓN- destinado a niños de entre 9-12 años
- PREADOLESCENTES- destinado a adolescentes de entre 12-15 años
- JÓVENES- destinado a adolescentes de entre 15-18 años
- ADULTOS- para mostrar todas las posibilidades de seguir haciendo nuestra Parroquia más nuestra una vez alcanzada la mayoría de edad.
Actualmente tenemos grupos en dos de estas cuatro etapas. Puedes ver la información al respecto en los siguientes enlaces, o bien en el menú desplegable de arriba.
En este apartado de RECURSOS iremos colgando materiales para trabajar con los chavales.
Si te gusta la idea y quieres unirte a la Pastoral Juvenil, solo tienes que venir a conocernos.
Nos reunimos los domingos a las 12:00 en los salones parroquiales,
¡¡TE ESPERAMOS!!
Nos reunimos los domingos a las 12:00 en los salones parroquiales,
¡¡TE ESPERAMOS!!